jueves, 15 de julio de 2010

Juventud Elim Distrito 7 zona 5: Bienvenidos

Juventud Elim Distrito 7 zona 5: Bienvenidos: "Es un gran placer iniciar una nueva etapa en la zona, hemos comenzado un nuevo año de trabajo, seguro que nada de lo que se hizo antes fue e..."

Bienvenidos

Es un gran placer iniciar una nueva etapa en la zona, hemos comenzado un nuevo año de trabajo, seguro que nada de lo que se hizo antes fue en vano. Siempre habrá hechos que pasarán desapercibidos a los ojos de los hombres y mujeres, pero debemos tener por seguro que no lo será a los ojos del Señor. Aquel mira cada detalle de la obra. Caminaremos este año una vez más bañados por la gracia del Señor, agradecidos trabajaremos sabiendo de nuestro deber:
1. Deber para con Dios: la presencia del Señor están real en medio de su pueblo que no podremos dejar de alabar y bendecir su amor para con cada uno de nosotros, amor infinito que no tiene comparación. Tendremos dificultades, tropiezos y no faltaran los enemigos que tratarán de detenernos, pero declaramos desde ya que no lo lograrán, el amor de Dios nos impulsa cada día ha cumplir con la gran comisión, donde esta requiera nuestra presencia.
2. Deber para con La Iglesia: somos una comunidad, tenemos claro que no existe iglesia en lo particular o privado, somos una asamblea llamada a compartir unos con otros las virtudes de aquel que nos llamo a su luz admirable. Cada creyente es la expresión misma de la misericordia de Dios. La iglesia es la comunidad de amor que nos abraza y sostiene, que vive para dar vida a otros. Le debemos mucho a este cuerpo espiritual tan maravilloso, a la iglesia del Señor. Y trabajaremos por ella, porque ahí están nuestros hermanos y hermanas, siervos y siervas, hijos e hijas del mismo Padre.
3. El deber para con la comunidad: el mundo en que vivimos nos llama a ser parte de su anhelada restauración, es la iglesia la que anuncia esperanza, quien perfila el amor del Jesús. Vivimos en medio del mundo, no somos del mundo, pero estamos en su centro para desde ahí ser sal y luz. Nos debemos a la comunidad por en ella está la cosecha que el gran Señor nos mando segar, ahí quedará nuestra fuerza y sudor, pero no será en vano, cada esfuerzo será una semilla que dará fruto de bendición.
Hermanos y hermanas, les deseo el mejor de los éxitos, que este año de trabajo sea para la Gloria de Dios. Juntos haremos cosas que parecen imposibles.
Les amo,

Pastor Rodolfo